domingo, 10 de junio de 2007

¿Se está quemando tu choza?

Un día zarpó un barco hacia alta mar, se trataba de un viaje de 50 días. En aquel barco iban 20 hombres y entre ellos se encontraba un fiel cristiano de quien todos en la tripulación se burlaban por sus férreas convicciones.

Una noche estalló el cuarto de máquinas y se hundió el barco, sobreviviendo únicamente el fiel cristiano al naufragio. Aquel hombre ahora se encontraba solo en una pequeña isla desierta. Estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.

Ya cansado de esperar, empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones. Un día se fue a pescar y regreso corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar nada. Después de haber perdido todo, andubo vagando en la isla como sonámbulo, ya sin esperanza. El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "¿Cómo pudiste hacerme esto?", y se quedó dormido sobre la hamaca.

A la mañana siguiente, muy temprano, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!.

Al llegar sus salvadores él les preguntó: "¿Cómo sabían que yo estaba aquí?". Y ellos les respondieron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste..."

viernes, 8 de junio de 2007

Buscando a Dios

Cuentan que, en cierta ocasión, Dios quiso distraer a las personas. Preguntó a los ángeles dónde podría esconderse.

Unos le aconsejaron que se escondiera en el Everest, un monte del Himalaya situado entre el Tíbet y el Nepal que, con sus 8848 m. de altura es el más alto del mundo. Forma una pirámide truncada, está constituado por calizas y tiene numerosos glaciares en sus vertientes, que originan ríos como el Kosi y el Arun. Allí sería muy difícil encontrarlo.

Otros ángeles le sugirieron que se escondiera en el bosque más espeso: la Amazonia, una región natural de América del Sur que comprende la cuenca del río Amazonas y regiones circundantes, y que está cubierta, en su mayor parte, por selva virgen. En ese lugar sería aún más complicado que le encontraran.

Hubo ángeles que le dijeron que se metiera en el océano más profundo, el Pacífico, comprendido entre las costas orientales de Asia y Australia y las occidenales de América, de 179.000.000 km².

O en la famosa biblioteca de Alejandría, ciudad de Egipto fundada por Alejandro Magno.

Y así continuaron proponiendo lugares, hata que un ángel le dijo a Dios: "Escóndete en el último lugar donde te suelen buscar: el corazón humano".