Cierto día, se encontraba una rana a la orilla de un pequeño río. Se disponía a cruzarlo a nado cuando acercó un escorpión y le dijo:
- Rana, yo también quiero cruzar el río. Yo no sé nadar, así que, ¿puedes ayudarme a cruzar el río sobre tu lomo?
La rana le contestó casi al instante:
- Claro que no. ¿Crees que no te conozco, escorpión? Si yo te llevara sobre mí, me picarías con tu aguijón y moriría.
- No lo haré -prometió el escorpión-. ¿No te das cuenta, rana, de que si yo te picase, ciertamente morirías, pero yo me hundiría contigo? Ambos pereceríamos, no tiene sentido que lo hiciese.
La rana lo pensó y finalmente aceptó, pensando que era lógico el agumento del escorpión. Así pues, éste montó sobre su lomo y comenzaron a cruzar el río. Cuando estaban sobre la mitad, el escorpión picó a la rana, inyectándole su veneno mortal. Mientras la rana se hundía, y con ella el escorpión, solo acertó a preguntar:
- ¿Por qué has hecho esto, si sabías que moriríamos los dos?
El que le había picado contestó:
- Lo siento. No pude evitarlo. Es mi naturaleza...
- Rana, yo también quiero cruzar el río. Yo no sé nadar, así que, ¿puedes ayudarme a cruzar el río sobre tu lomo?
La rana le contestó casi al instante:
- Claro que no. ¿Crees que no te conozco, escorpión? Si yo te llevara sobre mí, me picarías con tu aguijón y moriría.
- No lo haré -prometió el escorpión-. ¿No te das cuenta, rana, de que si yo te picase, ciertamente morirías, pero yo me hundiría contigo? Ambos pereceríamos, no tiene sentido que lo hiciese.
La rana lo pensó y finalmente aceptó, pensando que era lógico el agumento del escorpión. Así pues, éste montó sobre su lomo y comenzaron a cruzar el río. Cuando estaban sobre la mitad, el escorpión picó a la rana, inyectándole su veneno mortal. Mientras la rana se hundía, y con ella el escorpión, solo acertó a preguntar:
- ¿Por qué has hecho esto, si sabías que moriríamos los dos?
El que le había picado contestó:
- Lo siento. No pude evitarlo. Es mi naturaleza...
3 comentarios:
Ostras,qué cuentos más buenos. Lo cierto es que este tipo de historias te hacen pensar un montón...
Esta en particular hace que me pregunte cuán difícil es huir de nuestros instintos.
Muy bueno, de verdad.
Un saludo,
Gemma.
Realmente me ha impresionado el texto. ¡Es genial! y lo que narra es totalmente cierto, tenemos una manera de ser y aunque intentemos mejorarnos siempre acabamos cayendo otra vez. Cosas de la naturaleza...
Por otra parte, siy nueva en esto y estoy buscando blogs con los que colaborar e inspirarme. Te dejo mi URL:
http://someelikeithot.blogspot.com
(no es igualísimo al tuyo pero sí parecido).
Nada más, te sigo!
Un saludo!!
Enserio dificil es entender las cosas de la vida como aveces creemos que lo malo cambiara cuando es por naturaleza gracias esta muy enteresante ..
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