miércoles, 6 de febrero de 2013

En medio de la incertidumbre

Me he preguntado mucho: “¿Por qué Dios permite que caigamos en lugares oscuros, situaciones difíciles que no hemos deseado?”
He llegado a la conclusión que es para que iluminemos esos sitios, como la llama de la vela que se nota en medio de la oscuridad.
Debemos ser lámparas encendidas, velas pequeñas, que alumbran el camino y aclaran la oscuridad.
Estamos llamados a iluminar el mundo con nuestro ejemplo y la presencia de Dios en nosotros.

Todo se basa en confiar, saber lo que Dios nos pide y tener fe.

Testimonio de Claudio de Castro

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