A menudo me pregunto qué sentido tiene la vida. Los años pasan, envejecemos, algunos muy queridos se han marchado. Miras a tu alrededor y te dices: “¿Qué sentido tiene todo esto?”. Suelo reflexionar y me pregunto tantas cosas.
Cada vez que
me llega esta inquietud invariablemente encuentro mis respuestas en
unas palabras de un sacerdote chileno, san Alberto Hurtado, que me
encantan y me devuelven la Paz. Me muestran el Camino y la esperanza:
¿Qué sentido tiene la vida? ¿Para qué está el hombre en este mundo? El hombre está en el mundo porque Alguien lo amó: Dios. El hombre está en este mundo para amar y para ser amado.
Dios le da sentido a todas
las cosas que hago. Su Amor me motiva a continuar, y a
tratar de ser una mejor persona, para Él y por Él. Y aunque no siempre
lo consigo, sé que valora nuestros esfuerzos
y sonríe complacido cada vez que lo intentamos. A menudo siento que nos ve
como a niños. Somos sus pequeños. Se ilusiona al vernos crecer, le alegran
nuestros triunfos, está a tu lado cuando fracasas. Siempre está contigo. He descubierto que
experimentar su presencia amorosa te transforma la vida. Después de esta
experiencia, de este fuego que te quema el alma, ya no puedes ser el mismo.
Algo en ti ha cambiado,
muy profundamente. Ves todo tan
diferente. Tu corazón encuentra el sentido de las cosas. Se enciende, se
inflama con su Amor.
A partir de ese momento
sólo puedes amar y te das cuenta que es verdad: el hombre está en el mundo
para amar y para ser amado.
Claudio de Castro
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