Desde hace un tiempo no puedo rezar el Padre Nuestro.
Cada vez que lo inicio y digo: "Padre..." , una dulce voz interior me responde: "Hijo..."
Llevo así algunas semanas.
Vuelvo a empezar pausadamente: "Padre...", y al segundo, la respuesta "Hijo..."
Le he dicho a Dios en broma: "¡Que no me dejas rezar...!". Y Él me responde: "Rezar, Claudio, es estar conmigo".
Creo que la profundidad de esta oración radica en la certeza de sabernos hijos suyos. Hijos de un Padre misericordioso, tierno y bueno. Me encanta saber que me tiene en su Corazón. Y espera siempre que le cuente mis cosas y le diga que lo quiero.
La verdad es que pocas veces he comprendido a Dios. Toma decisiones que me enredan, me confunden y al final me llenan de alegría y esperanza. He decidido por eso olvidar mi afán por comprender y dedicarme a confiar.
Bueno, te dejo, amigo mío. Voy a ver si esta vez puedo rezar sin que me interrumpa.
Cada vez que lo inicio y digo: "Padre..." , una dulce voz interior me responde: "Hijo..."
Llevo así algunas semanas.
Vuelvo a empezar pausadamente: "Padre...", y al segundo, la respuesta "Hijo..."
Le he dicho a Dios en broma: "¡Que no me dejas rezar...!". Y Él me responde: "Rezar, Claudio, es estar conmigo".
Creo que la profundidad de esta oración radica en la certeza de sabernos hijos suyos. Hijos de un Padre misericordioso, tierno y bueno. Me encanta saber que me tiene en su Corazón. Y espera siempre que le cuente mis cosas y le diga que lo quiero.
La verdad es que pocas veces he comprendido a Dios. Toma decisiones que me enredan, me confunden y al final me llenan de alegría y esperanza. He decidido por eso olvidar mi afán por comprender y dedicarme a confiar.
Bueno, te dejo, amigo mío. Voy a ver si esta vez puedo rezar sin que me interrumpa.
-Padre...
-Hijo...
-Hijo...
Testimonio de Claudio de Castro
1 comentario:
Precioso.
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