miércoles, 18 de abril de 2018

La serpiente y la luciérnaga

Cuenta la leyenda que cierta noche la serpiente comenzó a perseguir a la luciérnaga. Al percatarse el insecto, comenzó a huir por el aire, volando con rapidez lejos de la voraz depredadora. 

Pasaron toda la noche en tal persecución, sin rendirse ninguna, hasta que la luciérnaga, ya sin fuerzas, se posó sobre una rama y, mientras ascendía el reptil, le dijo:
 
- ¿Por qué me persigues, si no formo parte de tu dieta? ¿Te he hecho algún mal, para que busques devorarme?

 - No -contestó la serpiente-, pero es que no soporto verte brillar...

viernes, 9 de marzo de 2018

La lección del lápiz

Un niño miraba curioso cómo su abuela escribía. En cierto momento, le preguntó:
- Abuela, ¿que estás escribiendo?

Su abuelita sonrió, miró el papel y el lápiz y contestó con dulzura:
- Escribo sobre ti. Pero es más importante el lápiz que empleo que lo que escribo.

- ¿Pero cómo, abuela? -cuestionó el pequeño, intrigado-. Parece un lápiz como todos los demás.

- Sin embargo -repuso la sabia anciana- hay cinco cualidades en él que, conservándolas, te procurarán una vida tranquila.

- ¿Y cuáles son?

- La primera es que puedes hacer grandes cosas si te guía una mano sabia. Cuando dejas que Dios guíe tus pasos, amoldándote a su voluntad, no escribes garabatos sino maravillosas poesías.

»Lo segundo es el valor del sufrimiento. Fíjate, a veces el lápiz se gasta y necesito usar el sacapuntas; afilarlo es doloroso, pero después cumple su misión muchom mejor.

»La tercera lección que nos enseña el lápiz es que lo verdaderamente importante es el interior. Más allá de su forma, su tamaño o la calidad de su madera, la esencia del lápiz es el grafito; cuida, pues, tu interior.

»En cuarto lugar, un trazo a lápiz puede ser borrado fácilmente con la goma. Debes aprender que no es malo corregir, sino que ayuda a crecer y a mantenerse en el camino correcto.

»Por último, la quinta cualidad del lápiz es que, incluso cuando se borra, deja una marca. Todo lo que hagas en tu vida, de hecho, dejará huella. Saber esto te ayudará a ser más consciente y más responsable con todas tus acciones.

sábado, 13 de enero de 2018

De paso

En el siglo pasado un turista visitó al famoso rabino polaco Hofetz Chaim. Se quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.

- Rabino, ¿dónde están tus muebles? - preguntó el turista.

- ¿Dónde están los tuyos?- replicó Hofetz.

- ¿Los míos? - repuso perplejo-. Pero si yo sólo soy un visitante..., estoy aquí de paso.

Contetó el sabio rabino:

- Lo mismo que yo.

martes, 21 de noviembre de 2017

Un perro astuto

Un perrito perdido en la selva vio un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido alguna idea que le salvase de caer en las fauces del tigre. Vio entonces unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.

Cuando el tigre se aproximó, listo para atacarle, el cachorro alzó la cabeza y dijo bien alto:
- ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso!

El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dió media vuelta y huyó despavorido mientras pensaba para sí:
- ¡Menudo cachorro feroz! ¡Por poco me come a mí también!

Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre, furioso, exclamó:
- ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me lo pagarás!

A lo lejos, el perro observó aterrorizado cómo se aproximaba el tigre, más rápido y feroz que la primera vez, con el mono sentado en su lomo. Pensando qué hacer ante la traición, le vino a la mente una gran idea. Se sentó de espaldas al tigre, y cuando oyó su pisada, estando el tigre listo para dar el primer zarpazo, dice el perro a voz en grito:
- ¡Será perezoso el mono! ¡Hace una hora que le mandé que me trajese otro tigre y todavía no ha regresado...!

domingo, 8 de octubre de 2017

Comparte la semilla

En cierta ocasión un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto, año tras año. El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos.

- ¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año? - preguntó el reportero.

- Verá usted, señor -dijo el agricultor-: el viento lleva el polen del maíz maduro de un campo a otro. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. De modo que si voy a sembrar buen maíz debo ayudar a que mi vecino también lo haga.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Fruta para tres

Tres escaladores se perdieron en una montaña nevada, y al tercer día solamente les quedaba una fruta para alimentar a los tres, que casi desfallecían de hambre. Entonces escucharon la voz de Dios desde el cielo diciendo que esa circunstancia serviría para probar su sabiduría, ya que pidiendo lo más adecuado se salvarían.

El primero dijo:
- Señor, ¡haz entonces que aparezca más comida!

La voz divina contestó que aquella era una respuesta necia, ya que no se solucionan los problemas con magia sino aprendiendo a trabajar con aquello que Dios da en cada momento.

El segundo apuntó:
- Haz entonces que la fruta sea mayor, y así pueda alcanzarnos.

A aquello, Dios contestó nuevamente que no, porque no se trata de tener más para arreglar los conflictos, ya que el ser humano jamás queda satisfecho y siempre quiere más.

Ante eso, el tercer montañista suplicó:
- Mi buen Dios, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta llegue y podamos comer los tres.

Dios dijo:
- Has contestado bien, pues cuando el hombre se hace humilde y se empequeñece delante de mis ojos, verá la prosperidad y le bastará para saciarse.

martes, 8 de agosto de 2017

La ruta establecida

Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, líder de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.

Autor: Paulo Coelho. Publicado en "El Semanal", nº 729